La inventiva de los peruanos ha
hecho posible la clonación de bovinos en nuestro país, así como la medición, a
bajo costo, de la calidad de la fibra animal para su posterior venta
y exportación a mercados como el europeo. Iniciativas como estas son
reconocidas y protegidas gracias
al Concurso Nacional de Invenciones que organiza año a año el Instituto
Nacional de Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad
Intelectual (Indecopi).
De esta forma, se verán beneficiados los productores ganadores peruanos,
quienes podrán mejorar genéticamente sus especies y vender a precio justo sus
productos en el mercado nacional e internacional. A su vez, se propicia el
desarrollo de la industria alimentaria al punto que los consumidores peruanos
podrán consumir productos de alta calidad. Por ende, se contribuye al
crecimiento del Perú.
Tales propuestas constituyen pruebas de que en el país existe talento y
que la invención no es una actividad exclusiva de los países desarrollados,
como lo manifiestan Jenín Cortéz Polanco y Max Quspe Bonilla, creadores
ganadores del primer y segundo puesto, del XV Concurso Nacional de Invenciones
del Indecopi, realizado el año pasado. Ellos afirman que dar solución
a los problemas cotidianos que observan en su entorno los lleva a
inventar.
Jenin Cortez es biólogo y se dedica a la investigación en la Universidad
Nacional Toribio Rodríguez de Mendoza de la Región Amazonas y junto
a Nilton Luis Murga Valderrama (médico veterinario) e Ilse
Silvia Cayo Colca (ingeniera zootecnista) obtuvieron el primer puesto del
XV Concurso Nacional de Invenciones 2016, con su creación “Procedimiento
para generación de gemelos homocigóticos por bipartición embrionaria.”
Se trata de un procedimiento que implica la división por la mitad del
embrión de un bovino (vaca o toro) con ayuda de un microcuchillo ocular. Luego,
ambas partes se introducen nuevamente en el animal junto a una pipeta de
transferencia para su desarrollo normal. Finalmente, en vez de una cría nacen
dos. Ejemplo de ello tenemos al ternero Matías.
Esta técnica permite el mejoramiento genético de los animales, así como
una reproducción en menos tiempo y a un precio más módico con relación a otros
procedimientos usados. Así, los productores ganaderos, en especial de Amazonas,
región de enorme potencial agropecuario y cuya economía está basada en estas
actividad, obtendrán mayor cantidad y mejor de leche y carne para la
alimentación de la población.
Previamente, estos investigadores lograron clonar terneros como Alma
C1 por medio de otro procedimiento llamado ‘clonación somática’ que se
logra extrayendo un tejido animal que es colocado en un óvulo sin núcleo , el
cual es introducido en una vaca, obteniéndose un clon de la especie
de la que se extrajo el tejido.
Por su parte, Max Quispe, es un ingeniero electrónico y magister en
Ingeniería Biomédica en España y junto a su padre, Carlos Quispe Peña, quien es
un investigador en producción de fibras de animales y vicerrector de
investigación de la Universidad Nacional Autónoma de Chota, crearon el Equipo
electrónico portátil y método para caracterizar fibras de origen animal.
Su creación permite medir la
calidad de la fibra de los animales (alpacas, vicuñas y llamas) a un menor
precio del que implica adquirir máquinas existentes en el mercado y cuyo costo
supera los 100 mil dólares. Max explicó que concretar su obra les ha
significado una inversión de 150 mil soles con ayuda de Concytec.
Con este invento, los productores peruanos podrán medir el diámetro de
las fibras de sus animales y así determinar la calidad de la misma y cobrar el
precio justo por su producto. Pues en la actualidad comercializan su fibra al
destajo, por lo que son perjudicados económicamente.
También, contribuye al
desarrollo genético de los animales que proveen de estas fibras, ya que los
productores al identificar cuáles son las especies que proporcionan las mejores
pueden reproducirlas y obtener un producto enriquecido. Por tales
razones, ambos jóvenes creadores instaron a las nuevas generaciones a
investigar y crear nuevas tecnologías para contribuir con el crecimiento y
desarrollo del país.
El
Concurso Nacional de Invenciones reconoce y premia la creatividad
buscando concretar su relación con el sistema de patentes. En el año 2016 se
recibieron 302 postulaciones de inventos de personas naturales, empresas,
centros académicos e instituciones de investigación de todo el país,
entre las cuales se cosechó 136 solicitudes de patentes.
El presidente del Consejo Directivo del Indecopi, Ivo Gagliuffi
Piercechi señaló que se trabaja fuertemente para mantener y profundizar un rol
de mayor proactividad en el incentivo y promoción del acercamiento de los
inventores e investigadores peruanos con el sistema de patentes, como un
mecanismo que aporte al desarrollo de las actividades de innovación y
emprendimiento y, por ende, a la competitividad, gracias a los instrumentos que
ofrece la propiedad intelectual.