¿Por qué nos gusta emparejarnos?
Investigadores del Instituto Max
Planck de Ornitología, en Alemania, publicaron en la revista PLoS Biology un experimento en
el que dejaban a grupos de 20 hembras elegir libremente entre 20 pinzones
macho. Una vez que las aves se habían emparejado, a la mitad de las parejas se
les permitió seguir juntas. La otra mitad fue separada y obligaron a cada
miembro a unirse con otro compañero distinto del elegido.
Los dos tipos de parejas criaron
pero el número de crías supervivientes fue un 37% mayor en el caso de las aves
que se quedaron con su pareja original. La elección hace que las hembras de
pinzón tengan mayor interés y probabilidad de éxito en la cópula y promueve el
compromiso paterno durante el tiempo necesario para criar a la nidada. Llevado
a nuestra especie, es probable que el juego de la seducción tenga una finalidad
parecida.
Neuronas masculinas para el sexo
Investigadores publicaron en
Nature que los machos de los gusanos de seda transparentes tienen dos neuronas
exclusivas que hacen que el sexo se convierta en una prioridad para ellos.
Esas neuronas se integran en su
red neuronal y logran cambiar su comportamiento, hasta el punto de que
encontrar comida pasa a un segundo plano. Además, permiten recordar a la
perfección qué ocasiones son propicias para un encuentro sexual.
Enamorarnos altera el cerebro… de verdad
Un equipo de investigadores
chinos y estadounidenses demostró que mantener
una relación romántica produce alteraciones en la arquitectura del cerebro:
mayor conectividad entre las regiones del cerebro asociadas con la recompensa,
la motivación, la regulación de la emoción y la cognición social. Aumenta la
actividad cerebral en reposo en una zona llamada cortex del cíngulo anterior
del hemisferio izquierdo, lo que sugiere que esta área del cerebro está muy
relacionada con el enamoramiento.
Enamorarse es como estar ebrio
La oxitocina tiene la función de
establecer vínculos afectivos, especialmente entre amantes y madres e hijos,
pero según publica Neuroscience and Biobehavioral Reviews, también tiene
efectos sobre el comportamiento muy similares a los del alcohol. Esto podría
explicar la sensación de desinhibición que produce el alcohol, lo que puede
repercutir en que las personas asuman riesgos de forma innecesaria y que sean
más agresivas.
¿Cuál es la mejor hora para tener sexo?
Un estudio publicado en British
Medical Journal revela que la mejor hora es las 5.48 de la mañana, ya que es el
momento exacto en el que las personas cuentan con niveles más altos de
testosterona, un requisito previo para poder mantener relaciones sexuales. La
razón es sencilla, la glándula que regula su producción es mucho más activa
durante la noche, durante el sueño. Algo parecido sucede con las mujeres.
FUENTE: ABC