Se padre es una experiencia que altera la vida… pero también
altera el cerebro, según una nueva investigación publicada en Nature
Neuroscience. Los escáneres cerebrales de personas embarazadas mostraron
que las áreas involucradas en el procesamiento de información social se volvieron
a conectar después del primer embarazo, y esos cambios duraron al menos dos
años. Estos cambios estarían ayudando a las nuevas madres a unirse y cuidar a
sus bebés.
Sin embargo, no es el único momento de la vida donde esto
sucede. En la pubertad el cerebro se reorganiza también como parte de los
cambios de la edad. La investigadora
posdoctoral Elseline Hoekzema y sus colegas de la Universitat Autònoma de
Barcelona compararon las imágenes de MRI de 25 personas antes y después de su
primer embarazo y descubrieron que el volumen de materia gris de las madres se
redujo en algunas áreas.
Las regiones cerebrales que se alteraron están involucradas
en la comprensión de los pensamientos, emociones, deseos y motivaciones de los
demás. Entonces, ¿por qué la reducción de materia gris en esas áreas sería
bueno? Hoekzema piensa que podría significar que otros caminos se están gestando
en una red especializada y más eficiente. Estos cambios ayudarían a la madre a
reconocer lo que su bebé necesita y formar un vínculo saludable entre madre e
hijo.
Los resultados mostraron una clara distinción entre las
madres primerizas y todos los demás participantes, incluyendo a los nuevos
padres, con una reducción en el volumen de materia gris de las madres en la
corteza medial frontal y posterior, además de la corteza prefrontal y temporal.
Cuando se trata de madres primerizas, los investigadores
sugieren que el cambio podría ser un mecanismo evolutivo en respuesta a la
adaptación a las necesidades emocionales de un niño recién nacido. Por supuesto,
los padres primerizos también necesitan adaptarse a sus nuevas circunstancias
de crianza. Sin embargo, dado que los escáneres de resonancia magnética no
mostraron ningún tipo de pérdida similar de volumen de materia gris por parte
de los padres, los investigadores piensan que el cambio en las madres
primerizas debe ser provocado por procesos biológicos durante el embarazo, como
las fluctuaciones hormonales y factores ambientales.
"Sospecho que los cambios pueden ser permanentes",
dice Hoekzema, "pero esto es pura especulación en este momento".
FUENTES: Science
Alerte, POPSCI