Todos recordamos que en la época escolar, nos enseñan el
principio de equivalencia de Eistein explicándonos el experimento de Galileo
Galilei en donde dejó caer objetos de diferentes tamaños desde la torre
inclinada de Pisa para demostrar que la gravedad acelera todos los objetos de
igual manera independientemente del valor de sus masas (caída libre).
Un grupo de científicos franceses quiso probar este
principio de la universalidad de la caída libre en unas condiciones
excepcionales: en el espacio, con una precisión cien veces mayor.
El satélite MicroSCOPE del Centro Nacional de Estudios
Espaciales (CNES) fue lanzado el miércoles desde el puerto espacial europeo en
Kourou, en la Guayana francesa, a bordo de una nave Soyuz, explica Judith de
Jorge, para ABC.
Crédito: CNES
Este satélite pondrá dos pares de cilindros de diferentes materiales en caída libre alrededor de nuestro planeta. Uno de los pares de cilindros está hecho de una aleación de platino de metales pesados y rodio. El otro par, el cilindro interior es de nuevo de platino-rodio, mientras que el exterior es una aleación de metales ligeros: titanio, aluminio y vanadio.
Las posiciones de los cilindros serán medidas por sensores electrostáticos. “De acuerdo con el Principio de Equivalencia, los cuatro cilindros deben sentir la misma fuerza, el mismo tirón de nuestro planeta, independientemente de la densidad de los metales, y por lo tanto deben moverse a lo largo de la misma órbita”, comenta de Jorge.
Si los sensores detectan pequeñas diferencias en la forma en que los dos pares de cilindros se mueven, podría desbaratar la teoría y propondría la necesidad de revisar nuestro paradigma actual de la teoría de la gravedad.
FUENTE: ABC