Albert Einstein fue uno de los pensadores más brillantes del
mundo, influyendo inmensamente en el pensamiento científico. Pero también
escribía sobre otros temas en ensayos, cartas, dando entrevistas y discursos. Sus
opiniones sobre cuestiones sociales e intelectuales que no provienen del mundo
de la física dan una idea de la visión espiritual y moral del científico, a
pesar de también tener un lado sexista revelado en sus creencias sobre el lugar
de las mujeres en la sociedad.
La colección de ensayos e ideas "El mundo como yo lo
veo" reúne los pensamientos de Einstein antes de 1935, en el "apogeo
de sus poderes científicos, pero aún no conocido como el sabio de la era",
se lee en el prefacio. En el libro, Einstein vuelve a la cuestión del propósito
de la vida en varias ocasiones. En un pasaje, lo vincula a un sentido de
religiosidad.
Einstein y la
religión
"¿Cuál es el significado de la vida humana, o, por lo
demás, de la vida de cualquier criatura? Conocer una respuesta a esta pregunta
significa ser religioso. Entonces, ¿tiene sentido hacer la plregunta? Respondo:
El hombre que considera que su propia vida y la de sus semejantes no tienen
sentido, no es solo infeliz, sino que no está apto para la vida", escribió
Einstein.
¿Einstein era religioso? Criado por padres judíos seculares,
tenía pensamientos espirituales complejos y en evolución. Generalmente parecía
estar abierto a la posibilidad de que el impulso científico y los pensamientos
religiosos coexistieran. "La ciencia sin religión es coja, la religión sin
ciencia es ciega", dijo Einstein en su ensayo de 1954 sobre ciencia y
religión.
Para algunos, las ideas religiosas de Einstein eran
derivadas del panteísmo, influenciado en gran parte por la filosofía de Baruch
Spinoza. Los panteístas ven a Dios como existente pero abstracto, igualando
toda la realidad con la divinidad. También rechazan un Dios personal específico
o un dios que de alguna manera está dotado de atributos humanos.
Incluso Richard Dawkins, científico y ateo, llama al
panteísmo de Einstein un "ateísmo sexuado", pero otros estudiosos
señalan el hecho de que Einstein pareció creer en una inteligencia sobrenatural
que estaba más allá del mundo físico. Se refirió a ella en sus escritos como
"un espíritu superior", "una mente superior" y un
"espíritu muy superior a los hombres". Einstein fue posiblemente un
deísta, aunque estaba bastante familiarizado con varias enseñanzas religiosas,
incluyendo un fuerte conocimiento de los textos religiosos judíos.
Einstein y las
mujeres
Un documental de 2004 PBS puso de relieve el papel que la
primera esposa de Albert Einstein, Mileva Maric, pudo haber jugado en el
desarrollo de su teoría de la relatividad, la física cuántica y el movimiento
browniano, pero el científico ni siquiera la menciona en sus propias historias
sobre su vida. ¿Era ella el cerebro tras bambalinas, su silencioso colaborador?
Mileva Maric comenzó estudios en ciencias y matemáticas en
una escuela de preparación masculina y consiguió altas calificaciones, y luego
estudió en la universidad de Zurich y luego en la Escuela Politécnica de
Zurich, donde Albert era un joven compañero 4 años más joven que ella. Ella fue
una de las primeras mujeres en estudiar matemáticas y física en Europa.
Empezó a fracasar en sus estudios después de que su relación
de amor comenzó y alrededor de la época en que ella quedó embarazada con el
niño de Albert, un niño nacido antes de su matrimonio y que se cree que Albert
nunca visitó (debido a que murió muy joven). Albert y Mileva se casaron, y
tuvieron dos hijos más, pero el matrimonio estaba lleno de tensiones incluyendo
la infidelidad de Albert que comenzó en 1912 con su prima Elsa Loewenthal. Se
divorció de Mileva al final de la Primera Guerra Mundial y comenzó a vivir con
Elsa, pudiendo completar su trabajo sobre Relatividad General. Acordó que
cualquier dinero ganado con un Premio Nobel sería dado a Maric, cosa que
cumplió al ganar el Premio Nobel por su teoría.

Las cartas de Einstein demuestran que no pensaba mucho en las esperanzas y los sueños de su esposa para ser un científico, sino que hizo el papel de asistente al escribir sus papeles. Las cartas también muestran que ella sirvió como una caja de resonancia, al hablarle sobre sus ideas y debatir sobre sus descubrimientos teóricos. En algunas cartas se lee "vamos a trabajar diligentemente en la ciencia juntos", por ejemplo. Pero la extensión de su colaboración es un misterio. Mileva Maric nunca reclamó públicamente ser colaboradora en la obra de Albert Einstein, y nunca pidió crédito.
Sin embargo, las contribuciones que ella hizo, como ayudante
no remunerada, ayudándolo mientras estaba embarazada mientras su propia carrera
científica se estaba desmoronando, posiblemente con el estrés de la difícil
relación y su embarazo fuera del matrimonio, demuestran dificultades que eran peculiares a
las mujeres de la época y que hicieron de su posible éxito en las ciencias algo
imposible de alcanzar.
Incluso, se dio a conocer una lista
de peticiones que le hacía Einstein cuando su relación ya estaba deteriorada. El científico le exigía que mantuviera su
habitación ordenad, que le trajeran tres comidas al día (para comer en su
habitación), que mantuviera su ropa en orden, y que no tocara nada en su
escritorio. La carta, impresa en el libro de
Isaacson (a través de la página web listsofnote.com), decía que no debía
esperar nada de él en términos de afecto, que la acompañe a salir o que le
pidiera cosas.
Además, Einstein estipulaba que su esposa no debería esperar
intimidad ni reprocharle de ninguna manera. Debía además, salir de su
escritorio o dejar de hablar si él lo pedía y abstenerse de menospreciarlo frente
a los niños, ya sea a través de palabras o comportamiento.
Pensamientos de
Einstein sobre el mundo
El nombre de Albert Einstein es casi sinónimo de genio. El
físico teórico alemán habría cumplido 138 años hoy si estuviera vivo. Nacido en
1879 en Ulm, Alemania, Einstein se convirtió en uno de los más grandes
científicos de la historia de la humanidad. Su trabajo tuvo un gran impacto en
la física y le valió un Premio Nobel en 1921, y en 1999, la revista Time lo
nombró "Person of the Century".
Aparte de su trabajo en física, Einstein también era
conocido por su activismo por los derechos civiles. Habría estado muy
comprometido con las similitudes entre la segregación americana y el
tratamiento de los judíos en Alemania, lo que le llevó a luchar contra el
racismo en los EE.UU. Murió el 18 de abril de 1955, de un aneurisma aórtico
abdominal en Nueva Jersey.
Algunas de sus frases para el recuerdo:
"Mira profundamente en la naturaleza, y entonces
entenderás todo mejor".
"Cualquiera que nunca haya cometido un error nunca ha
probado nada nuevo".
"Dos cosas son infinitas: el universo y la estupidez humana;
y no estoy seguro sobre el universo".
"Si no puedes explicarlo a un niño de seis años, no lo
entiendes ni tú mismo".
"Si un escritorio desordenado es un signo de una mente
desordenada, entonces ¿qué significa un escritorio vacío".
"El mundo tal como lo hemos creado es proceso de
nuestro pensamiento. No se puede cambiar sin cambiar nuestro pensamiento".
"Nunca fracasas hasta que dejas de intentarlo".
Como se puede ver, Einstein era un hombre muy involucrado en
su época y muy despierto al contexto que lo circundaba, sin embargo, y pese a
su genialidad, era también reflejo de sus aprendizajes y su cultura. Feliz cumpleaños,
Albert Einstein.