En un artículo publicado en la revista Science
Translational Medicine, tres investigadores sostienen que es el momento de
considerar las graves cuestiones culturales y éticas en torno a la tecnología
de creación de embriones a partir de células madre.
Eli Adashi, profesor de ciencias médicas en la Universidad
de Brown y autor del artículo, dijo que los beneficios médicos de la tecnología
son claros, ya que podría ayudar a mucha gente a tener hijos. Con esta
tecnología (IVG) no habría necesidad de hacer un proceso complicado y costoso
de recuperar óvulos de una tercera persona, sino simplemente tomar células de
la mejilla de una persona y crear células germinales (espermatozoides u óvulos)
y recuperar la fertilidad.
Del mismo modo, los hombres con trastornos de infertilidad
genética podrían beneficiarse de las terapias que editan los genes de su
esperma con el fin de devolver la fertilidad. Finalmente, el IVG podría hacer
que el proceso de fertilización in vitro (FIV) sea mucho más barato. No es
necesario que la pareja pase por un proceso de extracción complicado y a menudo
difícil: unos minutos con un hisopo en la mejilla y listo.
Sin embargo, hay un motivo real de preocupación sobre la
ética y la política de IVG. Primero, cualquier nueva tecnología que permita la
creación de nuevos seres humanos tiene que pasar una batería rigurosa de
pruebas de seguridad. Primero en primates no humanos, y luego en personas.
Además, los niños nacidos a través de este proceso deberán ser cuidadosamente
monitoreados para controlar los efectos de salud y otros problemas que puedan
tener en el futuro.
Luego de controlar estos posibles problemas, aún se enfrenta
a dilemas éticos (y religiosos) sobre qué hacer con la cantidad de embriones
que “sobren” de estos procesos de fertilidad. Es probable que muchos sean
destruidos, intencionalmente o de otra manera. Y hay gente que cree que destruir
un embrión es un asesinato. Las cuestiones éticas sobre las células madre y los
embriones humanos han influido en la ciencia médica durante años.
Advierte que si los científicos no comienzan a tener esta
conversación, los resultados serán malos para la ciencia. "No es
aconsejable esperar para tener este debate cuando ya se hayan publicado
estudios en Science o Nature que informen que se logró completar el proceso en
un ser humano. Debemos prepararnos lo más posible desde antes".
FUENTE: Science
Alert