En
Sophimania hemos hablado de casi todos los aspectos de los tardígrados (u
ositos de agua, como también se les llama) a pesar de medir sólo unos cientos
de micrómetros de largo, son casi inmortales. Pueden sobrevivir en el vacío del
espacio, soportar la desecación total, e incluso pueden recuperarse de estar
congelados durante décadas a la vez.
Sin embargo, había un aspecto
que no conocíamos y era el de sus relaciones sexuales. Ahora los investigadores
han demostrado que es aún más complicado de lo esperado. La investigación ha
sido publicada en el Zoological
Journal, y el material fílmico del acto se puede ver abajo, gracias a la BBC
Earth.
Dos tardigrados
apareandose frente a cámaras. Video:
ScienceAlert
Los científicos ya sabían que
algunas de las especies de oso de agua eran bisexuales, algo que no es raro en
el mundo animal, y se sospechaba que la fertilización ocurria fuera del cuerpo.
Pero, en general, su vida sexual ha permanecido bastante misteriosa. Ahora un
equipo de investigadores del Museo de Historia Natural de Senckenberg en
Görlitz, Alemania, finalmente ha filmado el proceso, proporcionando una nueva
visión de cómo se reproducen estas
extrañas criaturas.
"En el presente estudio
ofrecemos nuevos conocimientos sobre el comportamiento de apareamiento de un tardígrado
bisexual, Isohypsibius dastychi,
revelando un proceso mucho más complejo de lo esperado", escribió el
equipo en el Zoological Journal. "El apareamiento incluyó la
estimulación mutua que precedió a la eyaculación del esperma y la deposición de
óvulos", concluyó.
El primer paso del proceso de
apareamiento es la hembra poniendo sus óvulos. Esto sucede durante uno de los
muchos períodos de muda del animal, que es cuando el oso de agua se desprende
de su cutícula exterior. Los óvulos se colocan dentro de la capa exterior de la
cutícula, y luego un macho se acerca y se pone en posición alrededor de ella,
un proceso que puede tomar varios minutos.
Una vez que el macho está en
el lugar correcto, los osos de agua se estimulan mutuamente, hasta que finalmente
eyacula su semen a través de una abertura por encima de su ano en la capa
externa de la piel de la hembra. Esto confirma que la fecundación realmente
ocurre fuera del cuerpo de la hembra, aunque los investigadores aún no están
completamente seguros del proceso exacto de cómo el semen llega a sus óvulos.
El equipo también encontró que
si no se producían apareamientos, las hembras reabsorbían sus óvulos. Y la
temperatura en la que estaban los animales determinó con qué rapidez las crías
terminaron convirtiéndose en adultos.
Todavía hay mucho que
aprender, como por qué los animales participan en este tipo de juegos previos y
cómo exactamente el esperma se dirige a la ubicación correcta. Más estudios de
estas criaturas revelarán más información sobre sus mecanismos de reproducción
y conociendo como son los tardígrados, estamos
seguros de que habrá más sorpresas.
FUENTES: SCIENCEALERT,
BBC