Un simple análisis de sangre podría ser capaz de distinguir
entre una infección viral y una infección bacteriana en tan solo unas pocas
horas, según un nuevo estudio publicado en Science Translational
Medicine.
La prescripción excesiva de antibióticos en pacientes que no
los necesitan puede conducir a infecciones resistentes a los antibióticos que
pueden ser muy difíciles de tratar. Sin embargo, suele ser muy difícil de
determinar si las infecciones han sido causadas por virus o bacterias.
"Si alguien entra en la clínica, una infección
bacteriana o una infección viral a menudo se ven exactamente iguales", explica
el autor principal del estudio, el Dr. Timothy Sweeney, médico e investigador
asociado de ingeniería en el Instituto de Inmunidad, Trasplantes e Infecciones
de la Universidad de Stanford. Por ejemplo, un dolor de garganta puede ser síntoma
de la bacteria Streptococcus, o virus del resfriado común.
En el estudio, los investigadores desarrollaron un análisis
de sangre basado para identificar si las infecciones son virales o bacterianas.
La prueba funciona examinado la actividad de siete genes en el cuerpo de una
persona. Estos genes son responsables de la producción de ciertas moléculas que
el sistema inmune utiliza en su respuesta a una infección. Dependiendo del tipo
de infección, estos genes se expresan en diferentes niveles, los cuales se
pueden medir en la sangre.
Para confirmar que la prueba era exacta, los investigadores
utilizaron muestras de sangre a partir de un estudio previo de 96 niños con
sepsis, que es una respuesta inmune a una infección abrumadora que causa
inflamación en todo el cuerpo. La nueva prueba identificó correctamente el 90 %
de los niños cuyas sepsis fueron causadas por infecciones bacterianas y el 55 %
de aquellos cuya condición fue causada por un virus.
Además, los investigadores esperan hacer la prueba más
rápida. Actualmente, se necesitan de 4 a 6 horas para obtener los resultados. Los
investigadores esperan poder combinar la nueva prueba con otro análisis de
sangre desarrollado previamente que determina si una persona tiene una
infección. Mediante la combinación de las dos pruebas, los médicos esperan
poder tomar mejores decisiones.
FUENTE: Live
Science