El robot de la Agencia
Espacial Europea (ESA) encargada de
estudiar un cometa, Philae, ha sido encontrado. El pequeño robot ha sido visto en
las nuevas imágenes descargadas de la sonda Rosetta, que órbita alrededor del cometa
67P/Churyumov-Gerasimenko. Funcionarios de la
ESA han afirmado que no hay duda se trata de Philae. “Es tan claro como el
día”, han dicho.
Philae fue lanzada sobre el
cometa por la sonda Rosetta en 2014, pero
se quedó en silencio 60 horas más tarde, cuando su batería se agotó. A
pesar de que estuvo transmitiendo imágenes y datos sobre de su ubicación, el lugar
real donde se encontraba el módulo de aterrizaje fue un misterio y se creía que
Philae
había rebotado en una zanja oscura después de llegar al cometa.
Las imágenes de la cámara
Osiris de alta resolución de Rosetta fueron enlazadas a la Tierra el domingo
por la noche, y acaban de ser procesadas. Philae se aprecia metida en medio de
una protuberancia. Su forma y las piernas en forma de caja de ancho un metro
son inconfundibles.
Rosetta
había examinado previamente esta ubicación (llamada Abydos) sin éxito
cuando había hecho algunas prospecciones de “lugares candidatos”, pero ninguno
fue muy convincente. La diferencia hoy es una perspectiva más cercana y un
cambio en las estaciones en el cometa, lo que quiere decir que ahora el
escondite está mejor iluminado.
El descubrimiento se produce
tan sólo unas semanas antes de que los controladores estrellen la misma sonda
Rosetta sobre la superficie del cometa para terminar formalmente con su
investigación de 67P.
Aunque no hay ninguna
esperanza de revivir el módulo de aterrizaje (algunos de sus equipos se han
roto en el frío del espacio) el simple conocimiento del preciso lugar de descanso
ayudará a los científicos a entender mejor los datos que envió a Tierra durante
sus tres días de operación allá por el 2014.
"Fue muy importante
encontrar Philae antes de que terminara la
misión, para entender el contexto de sus mediciones científicas in
situ", dijo
el profesor Marcos McCaughrean, Consejero Científico de la ESA.
Además con respecto al fin de la propia Rosetta, McCaughrean añadió: "todavía hay una gran
aventura final el 30 de septiembre porque la misma Rosetta descenderá hacia el
cometa, realizando análisis científicos desde muy cerca al momento que termina
la misión de una vez”.