SpaceX, la empresa aeroespacial
del multimillonario
Elon Musk, lanzó con éxito uno de sus cohete Falcon 9, el sábado por la
tarde (9:45 am hora local) desde la base aérea de Vandenberg, en California. El
lanzamiento es el primero desde que un cohete similar explotara en setiembre
del año pasado.
La misión principal de este
lanzamiento fue la de colocar en órbita baja (LEO – Low Earth Orbit) 10
satélites comerciales para la compañía estadounidense
de voz y datos Iridium, que prevé instalar hasta 70 de ellos para
principios de 2018.
Inicialmente el lanzamiento
del Falcon 9 estaba previsto para el pasado lunes, pero los planes de vuelo
fueron pospuestos por la presencia de intensos vientos y lluvia. Finalmente, el
lanzamiento se realizó a la 1 de la tarde, y 9 minutos después la compañía logró
aterrizar con éxito la primera etapa del cohete Falcon 9 sobre una plataforma
en el mar. Esta maniobra, es uno de los pasos que llevará a la compañía a la
reutilización y por consecuencia, reducción de los precios de lanzamiento; lo
cual democratizaría el espacio.

Dado que los cohetes cuestan decenas de millones de dólares, y que
históricamente han sido desechados tras los lanzamientos, perfeccionar el
aterrizaje es la clave para hacer que los viajes al espacio sean asequibles. El
lanzamiento del sábado es la séptima ocasión en que SpaceX
ha tenido éxito en el aterrizaje.
Sin embargo, esta carrera no
está libre de traspiés. En
setiembre del año pasado uno de los cohetes de SpaceX explotó mientras se
encontraba en la plataforma de despegue. Las causas de aquella explosión aún no
han sido esclarecidas pero se sospecha que se trató de una falla en el sistema eléctrico.
El problema con aquella explosión es que
destruyó un satélite de comunicaciones Amos 6 para la firma israelí Spacecom. El
satélite iba a proporcionar servicios de comunicaciones en una zona que
cubriría desde la costa de Estados Unidos a Europa, África y Oriente Medio, así
como reforzar las necesidades de comunicaciones del Gobierno israelí.
Amos 6 iba a ser el primer
satélite que tenía previsto usar la red social Facebook y formaría parte de su
campaña para llevar, internet a zonas remotas. Aquella no fue la primera vez
que este tipo de cohete sufre una explosión, después de la registrada en junio
de 2015 poco después de su despegue.