Países europeos como Suecia,
Noruega o Los Países Bajos han comenzado a acomodar su legislación para permitir
que los vehículos eléctricos (VE) puedan ingresar a sus mercados y
sustituir los que funcionan con hidrocarburos. Sin embargo Francia acaba de dar un paso más anunciando
que prohibirá los autos con motores diésel y gasolina al 2040.
La medida es parte de un plan encaminado a lograr los objetivos
del Acuerdo Climático de París. "Anunciamos el fin de la venta de
vehículos de gasolina y diésel para 2040", declaró
el ministro francés de la Transición Energética, Nicolas Hulot.
"Nuestros propios fabricantes (de automóviles) pueden alimentar y encarnar
esta promesa, la cual es, además, una cuestión de salud pública", agregó.
El
momento del anuncio es significativo, un día después de que el fabricante de
automóviles Volvo dijo que eliminaría el motor de combustión interna, y durante
una visita a Europa por el presidente Trump, quien ha anunciado se retirará del
acuerdo
de París.
El
plan para eliminar los automóviles de gasolina y diesel es parte de un
esfuerzo más amplio de Francia para limitar el calentamiento global, que Hulot
subrayó el jueves. El país también dejará de emitir nuevos permisos de
exploración de petróleo y gas este año y dejará de usar carbón para producir
electricidad para el 2022, agregó.
La declaración del Hulot es
importante porque viene de uno de los países más poderosos de Europa, y puede
marcar un signo más de que la supremacía del motor de combustión interna pudiera
estar llegando lentamente a su fin.
Todas estas medidas están
orientadas, según él, a reducir drásticamente el consumo de energías fósiles. Hulot
está decidido, ya no a reducir la cuarta parte de sus emisiones de dióxido de
carbono para el 2050, sino conseguir "la neutralidad de
carbono" para esa fecha. Esto quiere decir que para mediados de siglo
el nivel de emisiones no deberá superar el volumen que podrá ser absorbido por
los bosques, por ejemplo.
Para acelerar el proceso, el
ministro francés anunció que habría ayudas destinadas a personas con pocos
recursos que quieran cambiar sus antiguos vehículos por unos más limpios. "Vamos
a acelerar el movimiento para que los hogares más modestos puedan comprar
coches menos contaminantes", dijo
Hulot.
Aunque esta es una buena medida,
el país galo no ha estado libre de críticas debido a que su plan no es lo
suficientemente ambicioso. Especialmente si se tiene en cuenta que Noruega
planea vender sólo autos eléctricos a partir de 2025, y la India en 2030.
Debido a que los autos suelen tener
una vida de unos 15 años, el objetivo de Francia hace que los autos a gasolina
y diesel todavía estén en las carreteras hasta el 2055. Eso es demasiado para
cumplir con los objetivos de cambio climático de Francia, dijo Greg Archer,
director de vehículos limpios en Transport & Environment, En Bruselas.
Pero Archer
agregó que la medida de Francia "es absolutamente la correcta". Una
medida así por parte de un gobierno tan poderoso puede impulsar a las compañías
a dedicar más recursos al desarrollo de vehículos eléctricos y alentar a los
inversionistas a poner dinero en empresas de transporte limpio. La decisión de
Francia podría también presionar a Alemania y a otros países europeos para que
promuevan estos vehículos.
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