Gran
Bretaña acaba de anunciar que prohibirá las ventas de nuevos automóviles a diesel
y gas al 2040. Este es el último paso en la batalla de Europa contra el impacto
ambiental dañino del motor de combustión interna.
Los
planes de Gran Bretaña coinciden con una
promesa similar hecha hace poco por el gobierno francés y son parte de un
creciente impulso mundial para frenar las emisiones y combatir el cambio climático
mediante la promoción de autos eléctricos.
Los
fabricantes de automóviles también se están acomodando. Por ejemplo Volvo ha
dicho recientemente que eliminaría el motor de combustión interna en los
próximos años y BMW ha decido construir una versión eléctrica de su popular auto,
Mini, en Gran Bretaña. Las grandes marcas están queriendo evitar perder terreno
frente a Tesla.
Sin
embargo, el cambio hacia los vehículos eléctricos será gradual, y el objetivo
fijado por Gran Bretaña es menos ambicioso que otros esfuerzos.
La
nueva estrategia de Gran Bretaña exige que además que las ventas de nuevos
vehículos a gas y diesel terminen en 2040, el gobierno ponga a disposición 332
millones de dólares para que los gobiernos locales adopten medidas a corto
plazo, como la modernización de autobuses para reducir la contaminación
atmosférica.
"Es
importante que todos nos preparemos para un cambio significativo que no sólo se
refiera a los problemas de salud causados por las emisiones, sino a los
problemas más amplios causados por la aceleración del cambio climático", dijo a la BBC Michael Gove, el
secretario de medio ambiente.
Chris
Grayling, el secretario de transporte, prometió una "revolución verde en
el transporte", agregando que el gobierno quería que casi todos los autos y
camionetas de las carreteras británicas tuvieran cero emisiones para 2050. El
documento fue publicado después de una prolongada batalla legal en la que los
tribunales ordenaron a los ministros producir nuevos planes para combatir los
niveles ilegales de dióxido de nitrógeno.
En
Francia, la promesa de poner fin a las ventas de automóviles tradicionales se
hizo como parte de un renovado compromiso con el acuerdo de París. En Gran
Bretaña, las medidas tienen un significado político particular debido a la
preocupación creciente por el nivel de contaminación del aire, especialmente en
ciudades grandes como Londres, se estima que la mala calidad del aire, en gran
parte como resultado de la contaminación de los vehículos, causa entre 23 mil y
40
mil muertes en todo el país cada año.
Frederik
Dahlmann, profesor asistente de energía global en Warwick Business School,
describió el anuncio como "un paso importante" que establece un claro
objetivo a largo plazo y "también ofrece a los compradores de automóviles
un incentivo para considerar los diferentes tipos de opciones de motor
disponibles".
Sin
embargo, dijo, la naturaleza a largo plazo del anuncio dejó una pregunta
importante en el aire: "¿Cómo piensa el gobierno mejorar la calidad del
aire y reducir las emisiones relacionadas con el transporte a corto
plazo?".
Como
era de imaginarse la medida no estuvo exenta de crítica. Ed Miliband,
ex líder del líder del Partido Laborista de la oposición y ex secretario de
Medio Ambiente, argumentó que el gobierno no estaba haciendo frente a la actual
crisis de contaminación. Otros también dijeron que los esfuerzos del país no son
lo suficientemente agresivos. En comparación, Noruega
tiene la intención de vender sólo autos eléctricos a partir de 2025, y la
India al 2030.
FUENTES:
BBC, THE GUARDIAN, REUTERS
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