Un nuevo estudio publicado en PLOS
ONE y dirigido por Amanda
Melin, antropóloga biológica en la Universidad de Calgary en Canadá encontró
que la creencia de que las rayas de las
cebras tienen un propósito reproductivo o de camuflaje, como comúnmente se
piensa, no es real.
Los científicos llevaron a cabo una simulación visual de las
cebras como aparecerían ante los ojos de sus depredadores y encontró que las
marcas en blanco y negro son a menudo difíciles para otras especies de
distinguir. A medida que las rayas no son tan visualmente evidentes para los
animales, los investigadores sostienen que no ofrecerían los efectos de
camuflaje que asumimos que tienen.
Los resultados sugieren que las rayas no ayudan a mezclar a
las cebras con su entorno, ya que los depredadores nunca están lo
suficientemente cerca como para poder identificarlas, sino que las olfatean
para encontrarlas. "Los resultados
de este nuevo estudio revelan que no existe asociación entre el camuflaje y las
rayas. Rechazamos esa hipótesis”.
Resulta que entre a 50 metros (en el día) y a 30 metros (en
el atardecer) las rayas ya no son distinguibles para los depredadores, lo que
reduce la noción de que estás rayas son para camuflarse. En las noches sin luna
la visibilidad baja aún más y no se pueden distinguir a más de 9 metros.
Entonces, la hipótesis de que las rayas de cebra pueden
imitar troncos (rayas negras) y la luz de las superficies forestales no tiene
sentido, dicen los investigadores. Los investigadores también sugieren que las
rayas de cebra no se utilizan con fines sociales, ya que otras especies relacionadas
con las cebras son muy sociales sin la necesidad de las rayas.
Entonces, ¿por qué las cebras tienen rayas? Según los
autores del estudio, la respuesta puede estar en algunas de sus investigaciones
anteriores, que sugieren que las marcas blanco y negro están ahí para prevenir
las picaduras de insectos molestos.
FUENTE: Science
Alert