Investigadores de la
Universidad de Cranfield, Inglaterra, financiados con 710 mil dólares de la
Fundación Gates han desarrollado un inodoro sostenible, que usa poca agua y de
bajo costo llamado Nano Membrane
Toilet.
El diseño de este inodoro está
destinado a compensar la
escasez de agua potable que afecta a más de 2.4 mil millones de personas en
todo el mundo, es fácil de usar y, si
logra recibir fondos adicionales para las pruebas de campo, podría significar
una mejora en la vida de muchas comunidades en situación de riesgo frente a
enfermedades relacionadas con el saneamiento.
Alison Parker, profesora de del
Instituto
de Ciencias del Agua de la Universidad de Cranfield, dice que el nuevo
diseño de su equipo está destinado a servir a las zonas urbanas pobres, ya que
serán más fáciles de acomodar.
"Va a ser muy difícil de
llevar a cabo el mantenimiento programado" en áreas remotas, dice
Parker, sobre todo porque el inodoro necesita mantenimiento cada seis meses
como mínimo para reemplazar ciertas partes. "En cambio, el inodoro puede
utilizarse en zonas urbanas densas, en las que sería posible para facilitar la
visita de un técnico de mantenimiento”. Añade.
Nano Membrane Toilet. Video: Cranfield Water Science Institute
Sin embargo el diseño real de
la taza del baño es bastante complejo. Después de que la persona ha hecho sus
necesidades y cerrado la tapa, la taza del inodoro giratoria gira 270 grados
para depositar los residuos en una cubeta debajo. A continuación una
herramienta raspadora limpiará cualquier desecho residual de la taza.
Los residuos sólidos se queda
en la parte inferior, mientras que el líquido sube a la superficie. Fibras
extremadamente delgadas, conocidas como nanofibras, están dispuestas en haces
dentro de la cámara. Ellos ayudan a mover el vapor de agua que existe como
parte de los residuos líquidos en un tubo vertical en la parte trasera del
inodoro.
A continuación, el agua pasa a
través de unos granos especialmente diseñados que ayudan a condensar el vapor
en agua real, que fluye hacia abajo a través del tubo y se instala en un tanque
en la parte delantera del inodoro.
En cuanto a los desechos
sólidos que quedan, un mecanismo a batería levanta los residuos que quedan
fuera de la taza del baño hacia una cámara de retención separada. Allí son recubiertos
por una cera que suprime los olores.
Cada semana, un técnico local,
visitará la comunidad para eliminar los residuos sólidos y el agua, y
reemplazar las baterías del inodoro si es necesario. Los residentes pueden
utilizar el agua para que regar sus plantas, limpiar sus casas, cocinar y
bañarse. Los residuos sólidos terminarán en una planta de procesamiento térmico
para ser convertido en energía para la comunidad.
Sin embargo a pesar de lo
innovador del diseño, este aún enfrenta algunos retos como la escalabilidad,
la falta de una infraestructura que soporte y la sostenibilidad a largo plazo.
El uso de baterías y su reciclaje, etc.
FUENTE: SCIENCEALERT,
TECHTIMES