BioCarbon Engineering, una startup de
un miembro de NASA quiere utilizar aviones no tripulados para el bien, usando
la tecnología para sembrar hasta mil millones de árboles al año, todo ello sin
tener que poner un pie en el suelo.
La
deforestación es un problema muy serio en muchas regiones del planeta y por
eso la compañía afirma que va a contrarrestar la deforestación a escala
industrial mediante la reforestación a escala industrial.
26 mil millones de árboles se
queman actualmente todos los años, mientras que sólo 15 mil millones se vuelven
a plantar. Si tiene éxito, la iniciativa podría ayudar a resolver este déficit
de una manera inteligente. Los aviones no tripulados podrían simplificar
considerablemente la reforestación, básicamente porque la otra opción, sembrar
a mano, es un proceso lento y, generalmente, costoso.
"La única forma en que
vamos a asumir estos antiguos problemas es con técnicas que no estaban
disponibles antes para nosotros", indicó
el gerente general y ex ingeniero de la NASA, Lauren Fletcher.
"Mediante el uso de este enfoque podemos hacer frente a la magnitud del
problema".
"Queremos restablecer el
ecosistema mundial, pero estamos hablando de la misma selva. También habrá un
beneficio externo", dice
Fletcher. Explica el potencial para la creación de puestos de trabajo
locales, nuevos materiales para la industria local, así como un suelo y aire más
limpio, y una considerable reducción de los gases de CO2, que serían absorbidos
por los árboles.
El sistema para sembrar de
BioCarbon es realmente sofisticado, y debería proporcionar una mejor producción
que la forma tradicional de sembrado. Primero, aviones
no tripulados volarán por encima de un área e informarán sobre su potencial
para la restauración, a continuación, descenderán a dos o tres metros por
encima del suelo y dispararán vainas que contienen semillas pre-germinadas y cubiertas
en un hidrogel nutritiva.
Fletcher no pretende que el
método sea tan bueno como la siembra tradicional hecha a mano, pero es mucho
más rápida. Con dos operadores manejando múltiples aviones no tripulados, él
cree que debería ser posible plantar hasta 36 mil árboles al día, y en torno al
15% del coste de los métodos tradicionales.
Un prototipo de este sistema impresionó
a los jurados de la competencia Drones
for Good en los Emiratos Árabes Unidos, y la compañía espera tener
versiones completamente funcionales a finales del verano.