Just Eat, la aplicación que permite realizar
pedidos de comida ha anunciado que comenzará a probar robots para realizar
sus entregas en Londres este año. Actualmente, la comida ordenada a través del
servicio es entregada por el personal del restaurante.
Los robots autónomos que usará
Just Eat han sido desarrollados por Starship
Technologies y serán desplegados para entregar los pedidos de una selección
limitada de restaurantes. La compañía dijo que los robots ya habían sido introducidos
en las ciudades y en el extranjero y habían conducido más de 8 mil kilómetros
sin ningún tipo de accidentes.
Los
robots de entrega de Starship Technologies son vehículos pequeños, impulsados
de forma autónoma que pueden transportar paquetes a través de distancias
cortas. Cada robot tiene cámaras a bordo para controlar su entorno, y los
operadores humanos ubicados en un centro de mando pueden tomar el control del
dispositivo en caso de ser necesario.
El compartimento que contiene
la comida estará asegurado por un código de acceso. "Hay mucho de qué
hablar en la industria de este tipo de automatización, también sobre el uso de
aviones no tripulados, pero hay muchos problemas de salud y seguridad que
superar", dijo Bryan
Roberts, analista de Global TCC.
"Usar estos robots en la
calle conlleva un riesgo inherente, e incluso puede mostrar una visión ingenua
de la naturaleza humana y el deseo de la gente de querer interferir con este
tipo de tecnología", añade
Roberts.
En mayo, el presidente
ejecutivo de Starships Technologies, Ahti Heinla dijo a la BBC
que en general no había habido ejemplos de secuestro por parte del público a
ninguno de sus robots. "La gente no interfieren con ellos en la
acera", dijo.
"Hemos manejado miles de millas con robots como este... y la gran mayoría
de la gente simplemente lo ignora".
Sin embargo, Just Eat no es la
única compañía experimentando con la tecnología. La empresa minorista alemana
Metro Group, se ha aliado con la compañía de entrega de paquetes Hermes; y el servicio
de entrega de alimentos con sede en Londres, Pronto también está probando con robots.
Los robots se enfrentan a la
competencia de las startups como Deliveroo, que paga a la gente una pequeña
tarifa por cada pedido que entreguen. "Es una idea loable y aventurera,
pero también me pregunto cómo esto podría ser desplegado a escala cuando ya
existe una alternativa humana a muy bajo costo", finalizó Roberts.