¿Si la
información es poder, entonces, cómo está distribuido este poder en un mundo
globalizado como el nuestro?
Escrito por David Chaupis Meza, Investigador y divulgador científico
La marcha por la Ciencia y el Conocimiento es un
movimiento mundial que se originó en EEUU en el 2017 como protesta por las
políticas anti ciencia de Donald Trump desde la presidencia. Ciencias duras,
artes y humanidades forman el cuerpo de conocimiento amenazado por la absurda
relativización del saber en una era dominada por la posverdad, las posnoticias
(fake news) y de la que Trump es solo una cara, aunque claro, una cara con
mucho poder político. Pero también están los grupos ultra conservadores con sus
lobbies políticos que niegan teorías científicas y pretenden censurar el
conocimiento en las aulas, tildándolo de ideologías.
Lo positivo fue que, a fin de cuentas, la
arremetida de Trump contra la ciencia sirvió para despertar la consciencia de
muchos científicos que suelen excluirse del activismo político pensando que la
ciencia no debe mezclarse con la política. Entonces los científicos tomaron
nota de que la política se entromete en todo, incluso en la ciencia.
Rush Holt, presidete de la Asociación
Estadounidense por el Avance de la Ciencia (AAS) le dijo a AFP durante la
primera edición de esta marcha en el 2017 en la que participaron más de 500
ciudades del mundo, “Los científicos se han dado cuenta en estos últimos años (…)
que los hechos científicos son demasiado a menudo ignorados en los debates
públicos y son reemplazados por opiniones y creencias ideológicas”.
Es
urgente, en las circunstancias actuales del mundo, lograr una mayor democratización
del conocimiento. Todo esfuerzo colectivo hacia ese propósito es un gran aporte
para sostener esa deseada democratización
del conocimiento. Ejemplos felizmente hay varios alrededor del planeta, como el
movimiento mundial a favor del “Open Access”, impulsada por The Budapest Open Access Initiative, sumada
a la Declaración de Berlín sobre el Acceso Abierto al Conocimiento Científico.

También son diversos los casos de individualidades que han contribuido al progreso del
acceso abierto. Aaron Swartz es uno de esos casos. Swartz fue un hackctivista que
logró liberar miles de permisos de artículos científicos que usualmente se
encuentran restringidos inclusive para los mismos autores (por ejemplo de JSTOR,
una de los más grandes publicadores digitales de ciencia). Así como Swartz, hoy
en día tenemos a Alexandra Elbakyan, "La Robbin Hood de la Ciencia",
fundadora de la web pirata de artículos científicos Sci-Hub.
Pero,
¿qué entendemos por democratización? En palabras de Atul K Kohli (2003):
"La democracia como forma
de gobierno se distingue de la democratización como un proceso político. Un
gobierno democrático surge cuando todos los ciudadanos adultos de un país son
libres de participar en elecciones periódicas y donde estas elecciones ayudan a
seleccionar a los titulares de cargos políticos de ese país, incluidos los
líderes más importantes. Por el contrario, la democratización como proceso
político se refiere a una verdadera propagación del poder en la sociedad, que
conduce a un mayor control popular sobre las elecciones nacionales. El punto
que debe subrayarse desde el principio es que un gobierno democrático, aunque
necesario, no es suficiente para facilitar la democratización del poder en la
sociedad; este último requiere luchas políticas y la elaboración deliberada de
nuevas instituciones en el marco de un gobierno democrático".
En tal
sentido, para alcanzar una verdadera propagación del conocimiento en nuestra
sociedad se necesita del apoyo colaborativo entre la comunidad científica y la
ciudadanía. Romper las barreras que restringen la información, tal como lo
viene haciendo la popular Librería Génesis (http://gen.lib.rus.ec/), que
propone “liberar todas las barreras que se interponen a la ciencia". De la
misma manera, existen propuestas peruanas que vienen promocionando una cultura
científica libre con impacto socio-cultural, como En Órbita.
El sábado 14 de abril diversos colectivos sociales en todo el mundo se unirán para alzar la voz por la ciencia mediante eventos satélites, en simultáneo, que buscan sensibilizar a la sociedad de una participación activa. El evento madre es la Marcha por la Ciencia a la que el Perú se suma como país miembro de la red de acción #MarchForScience
El caso del Perú y la ciencia e investigación es preocupante, y es que el Perú solo gasta el 0.08% del Producto Bruto Interno (PBI) en investigación y desarrollo, mientras que países de la región como por ejemplo Colombia gasta 0.25 %, Chile 0.38 % y México 0.54 %, según el Censo Nacional de Investigación y Desarrollo que se realizó en el año 2017.
Hoy más
que nunca necesitamos un país integrado por la educación como principal motor
de crecimiento de la nación. Solo liberando el conocimiento acortaremos la
brecha hacia una igualdad de oportunidades educativas. Para integrar Latinoamérica
no hace falta derribar muros de concreto, sino crear puentes de conocimiento.
Este sábado 14 de Abril a las 11am te esperamos
en Paradero Cultural, Jr. León Velarde 982, Lince, Lima. El punto de llegada
será el parque Kennedy. Más información en este evento Facebook. Esperamos
también que otras ciudades del país se una con sus respectivas marchas locales.
¡Únete
a la marcha por la ciencia! ¡Por la libertad del conocimiento! ¡#MarchForScience!
