El astrobiólogo Kevin Hand de
la NASA, ha dicho en
una entrevista a Gonzalo Lopez Sanchez del diario ABC de España que es muy
posible que pronto encontremos señales de vida fuera de la Tierra. Es más, el
también científico planetario del Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL por
sus siglas en inglés), no ha descartado que encontremos vida inteligente.
Hand estuvo en Madrid como
parte del simposio “Los orígenes de la vida y su búsqueda en el universo” y
además de contar sobre su experiencia a bordo del barco de exploración “Polar
Stern” analizando extremófilos que viven en zonas polares, el ex investigador
del SETI habló sobre las posibilidades de vida en Marte, Encélado y Titán.
“Encélado y Europa son los
objetivos más importantes para encontrar vida extraterrestre”, dijo
Hand refiriéndose a las lunas de Saturno y Júpiter, respectivamente. “Encélado
tiene un océano global de agua líquida, sal y minerales que indican que hay un
ciclo con el subsuelo. También creemos que esto ocurre en Europa”, señala científico.
La interacción entre estos
componentes es importante para la habitabilidad y el posible origen de la vida,
porque es posible que se haya formado a partir de chimeneas hidrotermales al
igual como, aparentemente, ocurrió en la Tierra. La condición para esto es que
haya interacción entre el agua y las rocas del fondo del mar, porque eso
mantiene en el océano una química capaz de soportar la vida.
Para buscar estas posibilidades,
NASA
está pensando enviar la sonda “Europa Clipper” en el 2020. Hand, que es
parte del panel de científicos que trabaja en la misión cuenta que la sonda
haría 45 sobrevuelos sobre Europa, además de tomar imágenes, espectros y permitirnos
mapear el grosor del hielo en el subsuelo. “No solo conseguiremos un mapa de la
superficie y de la química de este mundo, sino que también podremos analizar
estas plumas. Toda esa información se podrá aprovechar en una posible futura
misión con una aterrizador, y nos permitirá escoger el lugar donde posarnos”,
explica Hand.
Sin embargo recalca que
aterrizar un objeto sobre Europa será una tarea increíblemente difícil debido a
la gravedad que puede ejercer el gigantesco Júpiter. “Toda su masa hará que
aterrizar requiera mucha energía. Aún tenemos que trabajar en ello”, explica.
Por otro lado, de tener éxito,
la misión de aterrizaje podrá recoger posibles huellas de vida y tomar muchas
muestras. Pero antes de dejar volar mucho la imaginación Hand recalca que el
hecho que Europa tenga un océano habitable no necesariamente quiere decir que
esté habitado. “La pregunta que hay que resolver ahí es si el origen de la vida
es sencillo o difícil. Si es fácil, es posible que también comenzase en Europa
y que podamos detectarla”, señala.
Europa y Encélado no son los
únicos satélites congelados que tienen importancia astrobiológica para la
agencia espacial estadounidense. Titán,
otra de las lunas de Saturno también ha llamado la atención de los científicos.
“Es un lugar fascinante. Tiene lagos de metano y etano líquidos en superficie.
Sería un lugar increíble para formas de vida extrañas, muy diferentes a las que
conocemos, basadas en una química completamente diferente”, dice el
investigador.
Obviamente, en la búsqueda de
vida, el lugar favorito es nuestro rojo vecino: Marte. Al respecto, Hand
comenta que las misiones robóticas Curiosity y Mars2020 son capaces de buscar
señales de vida, pero que antes de buscar seres vivos debemos averiguar dónde
tenemos que mirar. “En el pasado parece que hubo agua en Marte, pero ahora el
planeta es muy árido y debemos saber dónde podrían estar los mejores refugios
para la vida”, explica.
Yendo mucho más allá del Sistema
Solar, el especialista se mostró particularmente emocionado con la
misión de Stephen Hawking de enviar una sonda a Aplha Centuari, sobre todo después
de saberse que este sistema tenía un explaneta (Próxima b) muy similar a la
Tierra. “Creo que es posible diseñar una nave que llegue ahí, aunque es verdad
que haría falta mucho tiempo de viaje. Creo que eso es una razón para
construirla lo antes posible. Soy bastante optimista”, explicó.
Por último, Hand cree que la
existencia de una civilización extraterrestre es posible, al menos desde el
punto de vista de las matemáticas. “si te fijas en la cantidad de estrellas que
se están analizando y en las que se está buscando señales de vida inteligente,
creo que se puede pensar que hay buenas razones para predecir que si hay una
señal alienígena ahí fuera la descubriremos en unos 20 años”, dice. Para luego añadir:
“Soy optimista, y creo que en los próximos 20 años descubriremos vida en el
Sistema Solar o quizás incluso más allá”.
Si llegásemos a encontrarla,
Hand cree (a diferencia de Hawking) que no representará un peligro, al menos no
intencional, para la humanidad.
“Yo pienso que cualquier
civilización de vida larga en nuestra galaxia será altruista: tenderá a
cooperar y a sacrificarse por un objetivo común. La biología avanza en gran
parte gracias a la simbiosis y a que los organismos trabajan juntos, y con una
civilización grande y antigua probablemente ocurrirá igual”, finaliza
el investigador.
FUENTE: ABC